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Arquitectos: Zozaya Arquitectos
- Área: 11595 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Cesar Belio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en el corazón de Avándaro, Valle de Bravo, Avándaro 333 es un proyecto habitacional desarrollado en un predio de 17,000m2, que se concibe a partir de dos primicias fundamentales; La consolidación de una comunidad activa y colaborativa y respetar el contexto natural en el cual se encuentra inmerso el proyecto, dando como resultado una arquitectura contemporánea con conciencia y memoria, en sinergia con la arquitectura vernácula de la región e integrando al máximo la naturaleza para que el usuario pueda disfrutar del bosque, las vistas y la cercanía al poblado de Avándaro.
El clima en la zona es sumamente agradable, permitiendo diseñar espacios abiertos, con ventilaciones cruzadas y una gran iluminación natural. El sistema de cancelería dinámico permite al usuario abrir o cerrar las estancias en su totalidad difuminando el interior del exterior. El programa de las unidades en planta baja se compone de un área social que integra sala, comedor y cocina, en el exterior cuenta con una pequeña alberca y terraza privada que da acceso al jardín común. Cuenta con tres habitaciones con baño privado, una habitación abierta que puede ser utilizado ya sea como sala de TV o estudio y un medio baño. Las unidades del primer nivel cuentan con un programa similar, pero con una cuarta habitación, cuarto de servicio, áreas sociales más amplias y techos inclinados con viguería de madera laminada.
La imagen que se busca es la de una gran residencia inmersa en el bosque, en las fachadas sobresale la horizontalidad, a través de volúmenes de concreto aparente que son interceptados por muros de piedra de la zona, dotando de personalidad y riqueza material al inmueble, además otorgan privacidad entre vecinos. Para solucionar las cubiertas, pérgolas y barandales, se optó por un sistema estructural mixto, en acero y madera laminada, consiguiendo techumbres con secciones de madera de mayores dimensiones y menos repeticiones, logrando así estructuras estéticas, eficientes y minimalistas.
El complejo residencial aloja veintisiete viviendas. Resuelto a partir de módulos de tres unidades, dos en planta baja y una en primer nivel, cada uno con accesos independientes y estacionamientos subterráneos. Incorporando amenidades comunes como: casa club, alberca semi olímpica, terraza y cancha de pádel. Generando así un proyecto con una densidad basta desplantado en un área contenida, permitiendo la abundancia de áreas naturales y comunes, promoviendo el desarrollo pleno de los usuarios y la comunidad. Asimismo, el conjunto cuenta con planta de tratamiento de aguas residuales y un sistema de almacenamiento para el riego de áreas verdes, disminuyendo el impacto del proyecto en el sitio.